27/2/09

Escondidos en Brujas (In Bruges, 2008)

Brujas debe su nombre al término noruego "Bryggia" (puentes, muelles). Y su elección es obvia ya que la ciudad ostenta una impresionante cantidad de puentes, construídos principalmente durante la Edad Media sobre los canales que quiebran el paisaje urbano. Por eso su nombre en castellano puede llevar a confusión, ya que nada tiene que ver con las discípulas del diablo. Aunque para Ray, apenas poner un pie en esa antiquísima ciudad Belga, Brujas e infierno parezcan no diferenciarse en nada, por la tortura inhumana que le supondrá permanecer allí, se encuentre o no en alguna callejuela oscura con las adoradoras del malévolo.

Impulsivo, caprichoso e hiperquinético, este irlandés interpretado por Colin Farrell siente que antes de llegar la noche morirá de aburrimiento. Ken, su compañero en estas forzadas vacaciones, se siente por el contrario como en el cielo. Ambos son asesinos a sueldo, y tras un trabajo en Londres reciben la orden de recluírse en dicha ciudad hasta nuevo aviso de su jefe, un tal Harry.

Ray acaba de descubrir cuánto ama el smog
y los ruidos molestos de Londres


Muchos de los espectadores que se acerquen pensando que se trata de una película de acción terminarán identificándose con los sentimientos de Ray, porque no estamos precisamente ante un film de suspenso convencional. Hasta recibir el llamado del jefe, la película se mueve como los botes en los canales de la ciudad medieval: sin prisa, permitiendo concentrarnos en los detalles, donde todo lo que pasa ante nuestros ojos tiene una historia que develar y una razón de ser.


Ken lo llevará de tour por los lugares más emblemáticos, haciendo vanos esfuerzos por despertar su interés hacia el arte medieval. Lo único que cambiará el ánimo de Ray será el fortuito encuentro con una bella muchacha, Chloë, durante la filmación de una película que tiene por protagonista... a un enano.

Chloë se caga de risa cuando Colin le enumera sus
antecedentes cinematográficos ("Fuí Sonny Crockett, y Alejandro,
y un tipo al que querían matar por robar monedas de teléfonos públicos"
)

Diálogos inteligentes, situaciones que por lo bizarras resultan hilarantes, y una trama que de manera sutil va armando un rompecabezas donde nada ocurre por azar, construyen un film bello, cargado de escenas simbólicas realzadas por el marco que brinda una ciudad extraída de un cuento de hadas.

Cuando por fin llega el llamado de Harry (Ralph Fiennes, alias Voldemort), el clima de tensa paz estalla. Porque el trabajo de Londres violó ciertos códigos que no pueden ignorarse, y porque las consecuencias pondrán sobre la mesa viejas lealtades y profundos compromisos emocionales.

Ojo con los novios celosos, y si son pelados más aún

Brendan Gleeson hace un papel estupendo, logrando transmitir sin esfuerzos y con deliciosa naturalidad su paternalismo hacia Ray. Colin Farrell acompaña más que correctamente, y Fiennes, que aparece luego de la mitad del film, juega su rol con solvencia y algo de exageración. Pero sumado a todo esto, son los personajes secundarios los que harán absolutamente inolvidable la estadía en la ciudad de los canales, entre los que se destacan el enano ya mencionado, el novio de Chloë, y la dueña del hotel donde se hospedan. Algunos con más protagonismo, otros con menos, pero siempre en la medida justa.

Trailer. Cuidado, revela algunas sorpresas del film

El director Martin McDonagh hace su debut con un largometraje que se aleja de sus raíces teatrales ("Six shooter", su primer trabajo, fue un corto). Aunque no faltan las escenas sangrientas, en teatro generó polémica al cultivar un género llamado "teatro de la crueldad", con origen en el grand guiñol, y caracterizado por destacar el lado violento y sádico de la condición humana.

Aquí se contiene hasta los minutos finales, dejando que la ciudad hable por sí sola, acompañando como un protagonista más las peripecias de los dos asesinos y oscureciéndola gradualmente conforme se acerca el desenlace. Previsible éste para los que acaban descubriendo sus intenciones, pero no por ello menos efectivo e irónico.


¡ASÍ SÍ!: Equilibrio perfecto entre drama y comedia negra. Los sutiles giros en la trama son acertados y mantienen el interés constante.

¡ASÍ NO!: El tramo final resulta obvio. El personaje de Harry recurre a estereotipos que desentonan con el resto de los personajes.



Ficha IMDB

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Y sí, no me cuesta nada imaginar a un oficial español del siglo XVI preguntando "¿Cómo se llama este lugar?" y a la respuesta "Brugge" comentar "Pues claro hombre, en esta ciudad hay miles de herejes, judíos y protestantes, ¡debe estar llena de brujas!"

Paúlcamarin dijo...

Me parecio una pelicula irregular, con buenas actuaciones. Pero con algunas cosas gratuitas (como las muertes de niños). En fin ,una peli interesante.