La “División” es el grupo clandestino que experimenta con voluntarios, y que los elimina si sienten que se transforman en una amenaza para la causa.
Dakota le muestra a sus profesores de matemática e historia el destino que les espera si es que siguen reprobándola en los exámenes. Amigos peligrosos no le faltan...
Nick (Chris Evans) es un joven que logró escapar de las instalaciones secretas siendo niño, viendo como asesinaban a su padre durante la huída. Diez años después es un telequinético poco disciplinado que usa sus poderes para ganar dinero fácil en los juegos de azar. El destino lo cruzará con una joven de 13 años, Cassie (Dakota Fanning), cuya habilidad consiste en ver el futuro y plasmarlo sobre papel en forma de dibujos más o menos simbólicos.
En poco tiempo lo convencerá de ayudarla a buscar a otra joven llamada Kira (Camilla Belle), una implantadora de falsos recuerdos, y poseedora de un maletín cuyo contenido podría acabar con “La División”.
Ambientada en Hong Kong, los dos protagonistas irán encontrándose con personajes igual de especiales mientras recorren los suburbios de la ciudad. Las dificultades sobran, ya que no sólo serán perseguidos por los “rastreadores” de la División, sinó que además se sumará un grupo de chinos -también con capacidades extraordinarias- interesados en el contenido del maletín.
La originalidad brilla por su ausencia, es cierto. También se pueden detectar incoherencias en el avance de la trama: uno tiene la seguridad de que las cosas podrían haberse resuelto mucho más fácilmente de lo planteado en el guión. El fundamento del plan que Nick pone en marcha pasado la mitad del film deja algunas dudas que entenderán al ver la película: ¿Los videntes ven el futuro directamente o necesitan además de la telepatía? Será que la ví con sobredosis de antigripales en mi cuerpo y eso redujo mi poder de atención, pero ese detalle aún me hace ruido.
A pesar de lo dicho en el párafo anterior –fundamentos que muchos blogs utilizaron para destruír a la película- existen motivos para darle una oportunidad sin pensar que estamos desperdiciando nuestro tiempo.
Vale la pena ver la evolución de la joven Dakota Fanning haciendo el papel que mejor le sale: el de una niña demasiado madura para su edad. Su voz y sus rasgos han cambiado notablemente. Ya no es aquella criatura medio humana medio extraterrestre que filosofaba sin parar en la miniserie de tv Taken (2002), o la pequeña secuestrada por un cartel mexicano en Man on Fire (Hombre en Llamas, 2004). Aún cuando su papel tenga parelismos con el de Natalie Portman en León, The Professional (El Perfecto Asesino, 1994), la chica demuestra talento y que puede desbancar a más de un actor con el doble o el triple de su edad.
Trailer
Además, Paul McGuigan dirige con buen pulso. Recurriendo por momentos a una estética propia de los videoclips, pero sin saturar, mantiene el interés con momentos de suspenso y otros de acción, sin hacer abuso de los efectos especiales.
Se enreda por momentos, es verdad, pero también nos ofrece casi dos horas de entretenimiento liviano que, para la gente con pocas pretensiones intelectuales como yo, alcanza.
¡ASÍ SÍ!: Para pasar un rato de sano divertimento.
¡ASÍ NO!: Originalidad cero.
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