12/4/09

Fin de Semana de Locura 2 (Weekend at Bernie's II, 1993)

Existen películas que por sí solas resultan una más del montón, cargadas de situaciones que son refritos de otras tantas, con gags resueltos apenas correctamente, pero que por suerte para ellas incluyen un componente mágico que las hacen entrañables para el público y las convierten en un éxito que será recordado por un tiempo (si sabremos de eso los amantes del cine bizarro...) Fin de Semana de Locura (Weekend at Bernie's, 1989, o "Este muerto está muy vivo" en otros países) no era una buena película, pero incorporaba por primera vez y sin tapujos el tema de la muerte, con un humor negro inédito para una producción de un estudio importante (la Twentieth Century-Fox en este caso).

En esta primera parte, dos jóvenes empleados de una compañía de seguros, Larry (Andrew McCarthy, una de las estrellas juveniles de los 80s y recordado por su protagónico en Mannequin, 1986) y Richard (Jonathan Silverman), descubrían un desfalco por 2 millones de dólares. El responsable era el propio director de la empresa, Bernie Lomax, quien los invita a su lujosa mansión en Long Island para deshacerse de ellos. Lo que no sabía Bernie era que la mafia decide eliminarlo por acostarse con la mujer de uno de los capos y por mostrar descuido en el manejo de las operaciones ilegales. Los muchachos descubrirán el cadáver pero simularán que sigue vivo para aprovecharse de los lujos del lugar.


Las bizarras situaciones del muerto recibiendo golpes continuos, los jóvenes manejándolo como a una marioneta, y la mafia matándolo una y otra vez la convirtieron en un éxito de fines de los 80s. Por eso llama la atención el tiempo transcurrido hasta la concreción de su secuela.

Inmediatamente después de los acontecimientos de la primera parte, Larry y Richard descubren que los dos millones podrían estar en un banco de St. Thomas, paraíso fiscal del Caribe. El loco plan consistirá en robar el cadáver y llevarlo hasta la isla simulando que Bernie vive, y sacar el dinero de la caja de seguridad. Lo que los muchacho ignoran es que el jefe de seguridad de la empresa de seguros, de la cual fueron despedidos acusados de ser cómplices del robo, los seguirá para recuperar los millones. Y que los mafiosos de la primera parte contratarán a una sacerdotisa vudú para que transforme a Bernie en un zombie y los guíe él mismo hasta el dinero.

Trailer

Hay varias ventajas en la secuela con respecto a la primera. Aquí el tipo está muerto de entrada, por lo que las situaciones risueñas se duplican. Que se mueva solo al escuchar música (por un error de los encargados de convertirlo en muerto viviente) lo independiza de los muchachos que lo perderán continuamente, ignorando su condición de zombie. Y la ausencia de la subtrama romántica (existe una pero casi intrascendente) ayuda a su dinamismo. Pero...sigue siendo una historia desaprovechada. Donde debería haber dos gags desopilantes, hay uno tibio por lo predecible. Una pena.

Para verla advertidos de que las risas vendrán en mínimas dosis.



¡ASÍ SÍ!: Siempre se agradece un poco de humor negro en un género que le tiene miedo.


¡ASÍ NO!: A lo dicho en el artículo, hay que sumarle el pésimo uso de la banda sonora.




1 comentario:

Joan dijo...

Me discupará que le diga, señor, pero la primer película, en lo que a mí respecta, es una muy buena película. En la segunda sí coincido con usted, que está muy desaprovechada, pero en sí me parece forzado el volver al mismo muerto...