En poco tiempo a partir de ahora, un virus resucitador desarrollado por el gobierno de Bush para crear soldados reciclables, escapa de control. De las instalaciones militares donde se realizaba el experimento se fuga un soldado infectado que va a parar a…¡un club de strippers! Imaginen el resto.
Así contada parece que estamos ante una gran obra de arte bizarra…o ante la peor basura jamás vista. Y con pesar tengo que decir que, a mi humilde entender, el veredicto se inclina por la segunda opción.
Las actuaciones (?) son patéticas. El único que intenta hacer algo decente es Robert Englund (más conocido como Freddy en la saga de películas “Pesadilla en lo profundo de la noche”, o como el lagarto bueno de la serie de tv “V, Invasión Extraterrestre”). Pero rodeado de tanta pestilencia actoral poco es lo que puede hacer. La otra participación ¿destacada? es la de la actriz porno Jenna Jameson, irreconocible detrás del rostro deforme que luce aquí. Y no hablo de su estado zombificado, sino en la vida real, deformada por la cantidad de cirugías que esta cristiana se hizo en la cara.
Mucha teta y culo garantizados, pero que no alcanzan a levantar una historia absurda, llena de baches y errores argumentales (que quiero pensar fueron intencionales). El principal problema de esta cinta es que comete el peor pecado de un film clase B, como he mencionado en otras ocasiones: no tiene gracia. Podemos aguantar todo lo anteriormente descrito siempre y cuando lo que veamos nos entretenga y haga reir, pero eso no ocurre en ningún momento.
Sólo para mentes enfermas que se calienten viendo desnudos y sangre en un mismo cuerpo.
LO MEJOR: Los efectos especiales, aunque bastante malos, me hicieron sonreir levemente. Por ellos mi calificación.
LO PEOR: Haber perdido una hora y media de mi vida sólo para advertirles que huyan despavoridos cuando, desde la tapa del dvd, Jenna los quiera seducir a la voz de “alquilame, alquilame”.
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