A veces el conocer el trasfondo de una filmación hace que seamos benévolos al momento de criticar. Porque es una clase B llena de defectos y que parece hecha por aficionados... Bueno, está hecha por gente que no tenía experiencia en cine (el director venía del teatro), pero sí mucho amor por el género de la ciencia ficción, y eso se nota en la cantidad de detalles que para los no entendidos pueden pasar desapercibidos.
La historia tiene muchos de los ingredientes que marcarían las películas de monstruitos de los ochentas: amenaza del espacio, casa aislada, familia armoniosa, adultos que mueren primero, adolescentes en peligro, y el niño fanático del cine de terror que se convierte en héroe gracias a los conocimientos adquiridos frente a la pantalla del cine y la tv.
Un meteorito cae en un apartado bosque (una simple maqueta o dibujo, poco importa, la cosa es que se nota demasiado que es artificial), trayendo en su interior una criatura mortal. Luego de matar a un par de muchachos que acampaban en la zona, termina ocultándose en el sótano de una casa perdida (otra maqueta, cuya razón de ser se observa sobre el final). Allí se reproducirá en decenas de pequeñas larvas, tan mortales como la enorme mamá, que matarán para saciar su hambre. Pensemos que las pobres están en plena edad de crecimiento...(cuac!)
Eliminados los adultos, el adolescente y sus amiguetes serán los próximos en gritar y correr por toda la casa, agregando en la receta a una vecina mayor en plena reunión con sus amigas, tortas y bocaditos dulces de por medio. Pero es el hermano menor, Charles, el que pensará friamente y combatirá a la criatura del sótano.
Hasta que comienza la acción en serio, pasada la mitad de la película, debemos soportar unos diálogos tediosos y simples, que duran mucho y dicen poco. Sumemos a esto una edición desprolija, situaciones que no generan interés y errores de continuidad, y sabremos que hay que hacer un esfuerzo para llegar al final. ¿Porqué entonces merece consideración de nuestra parte?
Como ya dijimos, estuvo hecha por amateurs en cuestiones de cine. Tan a pulmón, que el rodaje duró tres años!!! De allí los problemas de continuidad, evidente en el pequeño Charles que va cambiando su aspecto a medida que la historia avanza. Las actuaciones no son las mejores pues se usaron amigos y colaboradores no profesionales, incluso para los rubros técnicos. El presupuesto total fue menor a treinta mil dólares, una ganga.
Charles fue interpretado por Charles George Hildebrandt, el hijo de Tim Hildebrandt, productor de la película y diseñador del monstruo. Tim fue un excelente ilustrador del género fantástico, de quien me ocuparé en algún momento en la sección correspondiente, muy reconocido por los amantes del género. Incluso la casa donde transcurre la acción, era la suya!!!!
Trailer
Pero lo que se lleva las palmas y hace que todo valga la pena son los efectos especiales. Los trozos de cuerpos y los rostros carcomidos son de muy buena calidad, aunque la sangre sea demasiado roja. Pero el monstruo y sus hijitos...Estoy en condiciones de afirmar que estamos ante una de las mejores criaturas vistas en el cine. Aunque la movilidad sea limitada, no hace falta que corra y salte por las paredes. Las gigantescas bocas repletas de dientes babeantes son lo suficientemente amenazantes de por sí. Recordemos que aún no existía el concepto de CGI y todo era puro animatronic y marionetas. Y que se gastaron menos de treinta mil dólares.
Obra de culto, para ver si les gustan las películas de bajo presupuesto y grandiosos monstruos.
¡ASÍ SÍ!: Lo vuelvo a repetir: uno de los mejores extraterrestres malos del cine.
¡ASÍ NO!: Hay que resistir el resto.
Ficha IMDB
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