Para los extraterrestres que aún no conozcan la trama, aquí va un pequeño resumen. El policía de NY John McClane viaja a Los Ángeles para visitar a su ex-mujer y a su hijita. Es la tarde del 24 de diciembre y abundan las fiestas en los lugares de trabajo. Holly Gennero McClane (Bonnie Bedelia) se encuentra en una de ellas, en la torre Nakatomi Plaza, y hacia allí se dirige John con un oso de peluche bajo el brazo. Apenas comienza a reponerse del viaje en avión, el lugar es tomado por un grupo de ex-activistas alemanes que buscan robar títulos al portador por un valor superior a los 600 millones de dólares. Tomados por las autoridades como simples terroristas, se aprovecharán de ello para ganar tiempo y abrir una caja fuerte de última tecnología. McClane intentará él solito desbaratar sus planes, luchando al mismo tiempo con las autoridades que no le creen y con las astillas de vidrio clavadas en sus pies desnudos.
McClane sangra, se desespera e insulta, pero también sale bien parado de situaciones increíbles. Abundan además las decisiones irracionales por parte de la Ley, que hacen todo lo contrario a lo que el sentido común indica, incluso para nosotros que no sabemos de estrategias policíacas o antiterroristas. Pero a los yanquis parece funcionarles esto y nunca faltan tonterías semejantes en las películas del género.
El Nakatomi era en realidad el edificio Fox Plaza, ubicado en Los Angeles. De estilo posmoderno, se terminó de contruir en 1987 (un año antes de la filmación) y tiene 34 niveles. Consta básicamente de oficinas.
A favor tiene el ritmo frenético, y está dirigida con destreza por un McTiernan que de acción sabe (suyas son, entre otras, Depredador, El último gran héroe, y La caza al Octubre Rojo), y no faltan las explosiones que impactan por su majestuosidad. Alan Rickman (hoy conocido por su papel de Severus Snape en la saga de Harry Potter y que debutó en cine con esta película) se muestra correcto como siempre como el líder de los malos, y el bailarín Alexander Godunov exhibe su mejor cara de nada como uno de los ladrones más temibles.
Perdido en los créditos vemos el nombre de Jan de Bont como encargado de la fotografía, mucho antes de saltar a la fama como director con Máxima Velocidad (Speed, 1994).
Trailer
Originalmente iba a ser una secuela de Commando con Arnold Schwarzenegger visitando a su hija en la Corporación Nakatomi, pero no arregló con los productores. Se pensó luego en Sylvester Stallone, pero tampoco quiso. Finalmente la decisión recayó en Bruce Willis, quien nos imaginamos terminó saltando en una pata al ver el resultado en la taquilla.
Se hicieron tres secuelas, la última estrenada en 2007. Si preguntan cuál es mi preferida, les contesto que me quedo con la tercera, Die Hard: With a Vengeance (1995).
ASÍ SÍ: Una lección de cómo hacer cine de acción.
ASÍ NO: Los insoportables personajes secundarios que intentan hacerse los graciosos. Los estúpidos comentarios que hace Willis una y otra vez durante la película.
Ficha IMDB
2 comentarios:
bruce willis esta muerto.
igul yo le daba las 5 neuronas, es una masa esa peli
un gran clasico. La alquile el año pasado en dvd (la vi junto a una noche en el museo que combinacion) preguntandome si era tan buena como decian y la verdad que quede impactado se transformo en una de mis peliculas preferidas y mi pelicula de accion preferida. Bruce Willis pocas volveria a alcanzar ese grado de actuacion (yo diria que en Pulp Fiction y El Protegido)
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