Corre agosto de 2011 y unos meteoritos de sospechoso comportamiento caen en distintos lugares del planeta. Son la avanzada de una invasión extraterrestre que amenaza con hacer desaparecer a la humanidad. Su objetivo: quedarse con el agua. Un grupo de marines quedará atrapado en medio del fuego enemigo y, recolectando civiles por el camino, deberá llegar al punto de evacuación antes de que bombardeen la ciudad.
No voy a extenderme demasiado sobre el que fue el punto más criticado de la película, ése que ustedes ya se imaginan: la alta carga de propaganda militarista “americana” que contiene. Ellos tienen toda la libertad de hacer lo que quieran con sus historias, incluso intentar convencerse de que sus soldados son la última reserva moral de la humanidad. Pero también nosotros, los que no vivimos en USA, estamos en todo nuestro derecho de mirar con recelo tanta gloria edulcorada, tanto héroe de cartón, sobre todo si recordamos las barbaridades que cometieron hace poquito, en Irak, esas mismas fuerzas. En este sentido, y sin ser una gran pelicula, Vivir al Límite (The Hurt Locker, 2008) resultaba mucho más honesta. Esperaba al menos un poco de ese espíritu en esta película.
Lamentablemente las prioridades fueron otras: sólo interesó ofrecer un producto de consumo para niños y adolescentes amantes de los videojuegos adrenalínicos. Los primeros minutos son bastante aburridos. En ellos se presentan a los personajes principales (sargentos, cabos y tenientes que van a ser padres, tienen problemas para dormir o están a punto de casarse, o sea, hermosas personas), mientras que en segundo plano y a través de la televisión nos vamos enterando del inicio de la invasión.
La primera avanzada del escuadrón por un barrio devastado promete emociones fuertes. En medio de una balacera ensordecedora apenas se distingue la forma de los extraterrestres. Sumado al movimiento enloquecido de la cámara se genera un clima de verosimilitud semidocumental impactante. El problema es que a partir de ahí la balacera no para casi nunca, y el movimiento enloquecido de la cámara tampoco. Hay unos escasos momentos de calma, pero hasta el final de la película la acción es tan errática y desprolija y frenética que apenas queda espacio para un guión mínimamente interesante. Un guión que en los papeles, estimo, apenas debe haber ocupado 10 páginas.
Cuando los correctos efectos especiales dejan de sorprender, cuando superamos la irritación provocada por una insoportable banda sonora de corte épico que nunca deja de sonar, cuando nos acostumbramos a no ver casi nada con nitidez por culpa de la temblorosa cámara, cuando la historia se agota y las explosiones y las acciones heroicas apenas logran hacernos pestañear, ahí caemos en la cuenta de que recién estamos a mitad de la película y el aire empieza a faltarnos.
Trailer
Tal vez para los residentes de L.A. resulte un incentivo extra contemplar las calles de todos los días reducidas a escombros. Para el resto de nosotros que vivimos a miles de kilómetros de allí, dicho detalle no contribuye en nada a salvar un film mal dirigido y sin una sólida estructura dramática que lo sustente. A favor, y opinando sobre algunos comentarios leídos en otros sitios, tengo que decir que el final no me pareció tan malo como el de Skyline. Consuelo de tontos.
¡ASÍ SÍ!: Por suerte no la hicieron en 3D. Me hubiese dolido mucho pagar esa entrada diferencial. Los diseños de las naves son buenos de verdad (no así el de los aliens).
¡ASÍ NO!: Salvo ciertos momentos de tensión genuina, la película termina aburriendo.
2 comentarios:
Yo ví ayer un rato de la película y me gustó. No era gran cosas pero mejor que Skyline o Monsters ya era.
Yo espero poder verla dentro de un tiempo y decir: "no era tan mala al final".
Por lo pronto, y viéndola de corrido en el cine, me aburrió demasiado, y eso en una peli de este tipo no se perdona. Pero como siempre digo, cada uno vive las películas de diferentes manera. Me alegro que te haya gustado.
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