Los mecánicos, en la jerga de los negocios sucios, son como sicarios. Personas altamente entrenadas matar por encargo sin dejar rastro. Jason es Arthur Bishop, uno de los mejores en su rubro. Un día cualquiera recibe la orden de eliminar a Harry McKenna (el gran Donald Shuterland), su mentor en el negocio y quien le enseñara todo lo que sabe. Harry aparentemente estaría trabajando para el otro bando, y hay evidencias de que fue responsable de una emboscada en la que perdieron la vida varios agentes de la “compañía”. Ejecutado el trabajo, Arthur decide tomar bajo su cuidado a Steve Mckenna, el hijo de Harry. El muchacho no estaría asimilando demasiado bien la muerte de su padre, y el héroe de la película lo introducirá en el mundo de los mecánicos, en parte como forma de purgar su culpa, en parte para ayudarlo a canalizar la sed de venganza que invade al joven.
Quienes piensen que estamos ante una reversión de El Transportador, están equivocados. Existen en realidad puntos en común, pero nadie puede acusarla de poco original cuando a la distancia se distingue que el objetivo acá no es revolucionar un género sinó hacerle pasar un buen rato al espectador. “El Mecánico” es en realidad la remake de una película del año 1972, “Asesino a Precio Fijo” (The Mechanic), protagonizada por un duro que no tiene nada que envidiarle al pelado Statham: Charles Bronson.
Pasados 20 minutos ya sabemos hacia donde se dirige la trama. Todo tiende a preparar el momento en que Harry descubra quién fue el asesino de su padre. Y esta tensión, presente desde el primer momento, es uno de los puntos fuertes ya que Ben Foster interpreta convincentemente a un Harry que sospecha y que espera, con una furia contenida a punto de hacerle perder el control (y la vida) en más de una oportunidad.
Jason está tan expresivo como siempre. Y así lo queremos. Es lo que mejor le sale y quienes le dan trabajo lo tienen bien en claro: acostumbrémosnos a verlo una y otra vez en el mismo personaje por el resto de su carrera. Por lo menos mientras le dé el estado físico, que a juzgar por lo que vemos en The Mechanic, está en su mejor momento.
Sobran explosiones, asesinatos, traiciones y persecuciones de autos, pero increíblemente faltan mujeres. Apenas una prostituta confidente que aporta la obligada, y brevísima, escena de sexo. Por lo demás resulta un entretenido pasatiempo muy bien narrado, con escenas de acción impecables y balas que esquivan a los héroes todo el tiempo (y no al revés).
¡ASÍ SÍ!: Jason, repitiéndose a sí mismo, sigue siendo la mejor opción para este tipo de historias. Algunas de las escenas de violencia son bastante osadas.
¡ASÍ NO!: La acción inverosímil típica de Hollywood llevada al extremo.
2 comentarios:
Qizá sea predecible y hollywoodezca la película pero sus escenas de acción son buenas, e independientemente de la historia yo sí planeo verla, puede que sea como las de transporter o como ya mencionaste los indestructibles.
Es mucho mejor que los indestructibles. Incluso que El transportador. No te vas a arrepentir.
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