Y hablando de Miyazaki, resulta éste un buen momento para recordar una de las tantas secuencias inolvidables de Ponyo en el Acantilado (Gake no Ue no Ponyo, 2008), el último trabajo que lo tuvo como director. Aunque breve, sirve para ilustrar el porqué Hayao es un sensei en esto de la animación. Imágenes de una belleza surrealista dibujadas a la manera tradicional por su equipo de "esclavos" (no sólo Los Simpsons cargan con el estigma de tratar a sus dibujantes como mulas, pero no parece haber otra forma de conseguir semejante nivel de detalle).
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