David Cronenberg, el gurú de las desviaciones sexuales y los cuerpos corrompidos, no siempre hizo las cosas bien. A veces se traicionó a sí mismo armando historias pensadas para funcionar en la taquilla, simplificando su retorcido universo para asegurar la llegada a un público más amplio. Sin considerar los trabajos anteriores a Escalofríos (Shivers -1975) y la olvidable Fast Company (1979), diría que estamos ante la obra más floja del director.
Esta es una remake del clásico de 1958 dirigida por Kurt Neumann y protagonizada por el gran Vincent Price. Seth Brundle (Jeff Goldblum) es un científico que experimenta con la teleportación. Recluído la mayor parte del día en su loft, sin intenciones de ampliar su vida social, utiliza dos cabinas para desintegrar y rearmar los átomos que componen los objetos de sus pruebas. El problema se dá con los seres vivos: la máquina es medio tonta y los teleporta invertidos, es decir, con las tripas hacia afuera.
Jeff pelando para las chicas
En una de sus pocas salidas conoce a la periodista Veronica Quaife (una jovencita Geena Davis), quien al principio solo quiere sacar provecho del descubrimiento, pero que termina enamorándose del científico. Cuando decide transportarse a sí mismo no vé que en la cápsula se ha colado una mosca. La reintegración traerá consecuencias desastrosas para su mente y su cuerpo.
Las diferencias con el original son varias. Ésta es mucho más simple y lineal e introduce cambios en la metamorfosis del científico. Mientras que en la de 1958 la mosca y el hombre reaparecen por separado pero con la cabeza y un brazo/pata intercambiados, acá se produce una fusión total. Gran acierto que permite mostrar la desintegración física y psíquica de Seth en un trabajo actoral fantástico de Goldblum, sostenido por un maquillaje revulsivo e inolvidable. El doctor introvertido adquiere habilidades extraordinarias como superfuerza y voracidad sexual, pero acompañadas por la caída de los dientes y una invasión de pústulas asquerosas en todo el cuerpo. A las señales progresivas del cambio, que van desde la adicción por el azúcar a las caminatas por las paredes, se suman de manera acertada los delirios que brotan de su boca, donde el insecto subyacente intenta aprovecharse del intelecto humano.
Jeff pelando un mandril
Lástima que la metamorfosis del insecto que soñó que era un hombre desbarranca con la insólita, absurda y pavota historia de amor que para colmo ocupa gran parte de la película. Cómo tomar sinó la siguiente escena: el muchacho vomita sobre la comida para disolverla, ya que no puede ingerir sólidos. La chica se asquea. Acto seguido al muchacho se le cae la oreja derecha. La chica abre los ojos como platos. Pero quiere tanto al chico que le salta encima y lo abraza, apoyando su mejilla justo sobre el agujero lleno de pus recientemente abierto.
La secuencia final insiste con el despropósito. Al final debemos creer que la periodista oculta una perversión que supera con creces la del propio director...
Tampoco ayuda demasiado el personaje de su jefe, puesto a presión para rellenar minutos ambientados fuera del loft, como para no aburrir. Tendrá relevancia al final, pero ya habrá hecho el ridículo con sus diálogos y actitudes de ex pareja acosadora.
Trailer
Como ya dije, de lo peorcito de la filmografía de Cronenberg (que hace un cameo como el médico que extrae el "bebé" en la sala de partos). Ahora sí, sacado este peso de encima, en breve abordaremos sus obras maestras, donde la genialidad explota como los granos de esta mosca mediocre.
¡ASÍ SÍ!: La caracterización de Jeff Goldblum. El maquillaje de Chris Walas (ganador del Oscar por este trabajo y que dirigiría años después una horrible secuela).
¡ASÍ NO!: Flojísima revisión del clásico. El bicho del final no asusta a nadie. La absurda historia de amor.
Ficha IMDB
1 comentario:
En mi caso, conservo un gran recuerdo. Asociado temporal y emocionalmente a otros ejemplos de monstruosa ciencia ficción que vi por aquellos gloriosos ochentas (Alien 1 y 2, Depredador, etc). Me debo la original´y algunas de Cronenberg también, pero creo que ha hecho cosas bastante mas polémicas. Puede ser que vista ahora coincida con algunas de sus observaciones, pero en general me gusto y mucho. Por ejemplo, pocos casos lograron impresionarme y emocionarme en forma simultánea como el final de esta remake de "La Mosca". Saludos
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