22/4/13

El cofre del muerto: Los guiones perdidos de Alien 3 (2da parte)



Del segundo al quinto guión

El finlandés Renny Harlin, firme en su rol de director de la película, sugirió al guionista Eric Red para dar forma definitiva a la historia, que había sufrido un revés con el abandono del escritor William Gibson. Eric Red venía de escribir los guiones de dos interesantes películas: The Hitcher (1986) y Near Dark (Los viajeros de la noche, 1987). Lo que tendría que haber sido un cómodo trabajo de cinco semanas acabó convirtiéndose en un calvario de dos meses, con un Red quejándose de unos productores que no sabían lo que querían. Para colmo le prohibieron usar el personaje de Ripley, que debía aparecer en la secuela, obligándolo a inventar nuevos personajes.
En el guión entregado el 7 de febrero de 1989, la Sulaco es abordada por un grupo de Boinas Verdes que descubren tres huevos aliens en las cámaras de Ripley, Hicks y Newt. Los soldados entonces son atacados por un alien adulto.

Uno de los Boinas sobrevivientes, Sam Smith, termina con amnesia y es enviado a la casa de sus padres en la North Star, una estación espacial poblada por granjeros y destinada al cultivo. Lo que sus habitantes ignoran es que debajo de los campos de trigo existen laboratorios militares donde se crean híbridos de animales con extraterrestres: aliens-pollos, aliens-vacas, alliens-cerdos, etc.

 Un alien cordero, diseño de Mike Worrall


Sam se infiltra en una zona reservada, descubre el secreto, y recupera la memoria en el momento en que los híbridos escapan de su cautiverio. Se inicia así una guerra que une a los granjeros y a los militares contra los monstruos. Sam reúne a su familia y escapan utilizando una lanzadera oculta, pero al atravesar la bóveda de cristal que protege la nave-granja, se produce una violenta descompresión que funde a todos los aliens en una sola criatura gigantesca. El monstruo atrapa la nave de salvataje, pero Sam le arroja bombas nucleares y consigue escapar mientras la North Star estalla en la distancia.

Por supuesto que ni Giler, ni Hill ni los ejecutivos de la Fox aprobaron semejante argumento. Decepcionado, Renny Harlin decidió desvincularse del proyecto, y Fox le compensó ofreciéndole la dirección de Die Hard 2 (1990).

 Otra de las criaturas producidas por la ingeniería genética

Los productores decidieron volver a intentarlo con otro guionista, y en marzo de 1989 la Fox autorizó la reescritura. La idea general incluía una nave de la Unión Soviética atacando la estación espacial donde se encuentra Ripley al principio de Aliens. Esta vez no serían dos películas, sólo una.

El elegido esta vez fue David Twohy, que hasta el momento sólo contaba con Critters 2 en su currículum. ¿Qué pensaban al dejarle semejante superproducción a un joven con ese antecedente? Como sea, el escritor se puso a trabajar conservando gran parte del texto original hasta que en noviembre de 1989…cae el muro de Berlín. La idea de los dos bloques políticos ya no tenía sentido y la historia tuvo que ser reescrita en un cuarto guión que trasladaba la acción a una colonia penal y sin rusos a la vista. El guión era bueno, pero tenía un gran problema: nadie le había avisado a Twohy que debía incluir a Ripley en él. Joe Roth, presidente de la Fox, se negaba a filmar la película sin Sigourney.


Así surgió el quinto guión, donde Twohy cambió al protagonista masculino por Ripley, modificó escenas y alteró los diálogos. Se dice que la misma Sigourney Weaver colaboró con él. El resultado, que insumió seis meses de trabajo, fue un argumento muy parecido al que se vio en el cine, pero con un desarrollo muy similar al propuesto por Gibson.

Lo que ignoraba Twohy es que el estudio había contratado a un director que quería reescribir la historia por su cuenta. Cuando se enteró las autoridades le dijeron que en realidad estaban trabajando para Alien 4. La mentira se reveló cuando acabó su guión, destinado a acabar sus días en el olvido más bochornoso. Apenas desvinculado del proyecto les dedicó unas tiernas palabras: “Y eso fue lo último que supe de ellos; aún espero que alguien me llame. El viejo adagio es cierto: Hollywood paga muy bien a sus guionistas, pero lo compensa tratándolos como a mierda”.

Si quieren saber el nombre del director de la discordia y cómo continúa esta historia, no se pierdan la siguiente entrega.



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