Todos recuerdan a Alien
3 como una de las entregas más flojas de la saga, esa en la que Ripley termina rapada
peleando junto a los prisioneros de una colonia penal contra el alien de turno.
Pero créanme cuando les digo que podría haber sido peor, mucho peor. Tal vez estemos ante una de las películas con
más problemas de producción de toda la historia, y eso se refleja en la
cantidad de guiones presentados y que acabaron en el cesto de la basura. Sobre
el contenido de esos guiones hablaremos aquí.
Luego del éxito de
Aliens el regreso, la Twentieh Century Fox quería una continuación. Pero las
ideas primarias de los involucrados en las partes anteriores no convencían. Finalmente
decidieron que debían filmar dos películas relacionadas entre sí, teniendo la
primera un presupuesto de 40 millones de dólares y fecha de estreno pautado
para marzo de 1990. La trama estaría ambientada en una Tierra dividida en dos
bloques: uno socialista y otro capitalista que se enfrentaban entre sí usando a
los Aliens como armas biológicas. El primer film tendría como protagonista a
Hicks a bordo de una estación espacial militar. En la segunda Ripley se
enfrentaría a aliens producidos por el bloque socialista, en la Tierra.
Para la escritura del
guión decidieron acudir al escritor de ciencia ficción William Gibson, reconocido
por su novela Neuromante, fundadora del
subgénero cyberpunk. David Giler y Walter Hill, dos de los tres integrantes de
la productora Brandywine, le entregaron un borrador en el que la compañía se
enfrentaba a una cultura de tintes comunistas, aislada de la Tierra. Gibson,
tentado por el sueldo que le ofrecían, escribió dos borradores, y al día
siguiente de entregarlos se desató una huelga de guionistas que mantuvo a la
industria paralizada durante seis meses. Pasado ese período le pidieron una
reescritura, pero al no llegar a un acuerdo creativo tomó el dinero, los saludó
amablemente y abandonó el proyecto.
William Gibson
En este guión la Sulaco
es interceptada en su viaje a la Tierra por una nave militar de la Unión de
Pueblos Progresistas (UPP). Un alien parásito salta de las entrañas de Bishop y
ataca a los soldados, pero logran matarlo y lo llevan a su base, la Rodina, junto
al androide. Mantienen la operación en secreto y dejan que la Sulaco siga su rumbo,
hasta que es interceptada por los hombres de la compañía y atraca en una base
espacial, la Anchorpoint, donde se está construyendo un centro comercial. En la
Sulaco descubren dos aliens que terminan abatidos. Como resultado de la pelea
Ripley entra en estado de coma, pero Hicks y Newt salen ilesos. La niña sigue
su camino hacia la Tierra en la Sulaco, pero Hicks se queda en la estación.
Mientras tanto, en la
base espacial Rodina, los socialistas encuentran esporas en el cuerpo de
Bishop, y gracias a su banco de memoria, descubren que pertenecen a la raza de
los aliens. Inmediatamente deciden utilizarlas en su división de bioarmas.
El destino de Ripley: pasarse gran parte de su vida durmiendo
Lo mismo ocurre en la
estación propiedad de la Weyland Yutani. La UPP, como señal de buena voluntad,
les devuelve un Bishop reparado, y junto a Hicks intentan destruir los
laboratorios donde se realizan los experimentos con los aliens. El ataque sale
mal y esporas de aliens son liberadas por los ductos de ventilación.
En la Rodina pasa algo
peor ya que la base está siendo atacada por las criaturas en su fase adulta.
Hicks y Bishops son
capturados e informados que en la Sulaco hay muestras alienígenas rumbo a la
Tierra. En eso una de las mujeres representantes de la compañía estalla,
liberando a un alien adulto. En otros sectores se suceden eventos similares. Hicks
decide hacer estallar la base e interceptar la Sulaco antes de que arribe al planeta
con su mortífera carga.
De haberse concretado el guión de Gibson
nos hubiésemos evitado esta desagradable imagen
Al no conseguir una nave
en la cual escapar decide destruir la Anchorpoint con él abordo, pero antes
lanza a la comatosa Ripley en una cápsula de salvamento hacia el espacio. Cuando
está a punto de sucumbir ante una horda de alienígenas enfurecidos son salvados
por una nave procedente de la Rodina. Al abordarla se enteran que la base
espacial socialista fue destruída y los tripulantes de esta nave son los
últimos sobrevivientes. La Anchorpoint estalla y Bishop brinda sus últimas
palabras a favor de la unión de los pueblos contra un enemigo común.
Continuará.
El guión se centraba sobre
todo en los enfrentamientos descriptos en esta última parte. En general estaba
mal escrito, con varios agujeros argumentales, y abundando en descripciones que
delataban el oficio de novelista de su autor. Por otro lado incorporaba
interesantes escenas de acción en variados escenarios del shopping espacial, e
introducía la idea de las esporas. Pero a los productores no les convenció, Gibson
huyó, y junto al director designado para el proyecto, el finlandés Renny
Harlin, decidieron convocar a otro guionista, Eric Red, el responsable de The
Hitcher (1986) y Near Dark (1987). Corría el otoño de 1988 y los plazos se
acababan. Lo que sucedió a continuación lo revelaré en la siguiente parte.
Esto recién empezaba.
Esto recién empezaba.
1 comentario:
muy buena data, me sorprendió
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