La historia de James Cameron con Alita tiene casi dos
décadas de historia. En el año 2000 ya manifestaba su intención de rodar una versión propia del manga al registrar el nombre de dominio "battleangelalita.com".
Tres años después, él mismo confirmó en un reportaje que se estaba escribiendo
un guión. Sin embargo, otro proyecto capturaría toda su atención, postergando indefinidamente
la producción de este film. Dicho proyecto no era otro que Avatar (2009).
Incluso en 2011 llegó a manifestar su compromiso con Alita, pero que no la
rodaría hasta después de completar las dos secuelas de Avatar. Esto nunca se hizo efectivo (después de
Titanic, Cameron se ha vuelto un tipo algo inestable en sus decisiones), y hubo
que esperar a 2016 para que 20th Century Fox diera luz verde al proyecto, con el
guión, la protagonista y el director aprobados.
Inspirado en el exitoso manga de los noventas GUNNM, de
Yukito Kishiro, el film comienza con el Dr Dyson Ido (Christoph Waltz)
rescatando de la basura la cabeza de una cyborg, con el cerebro humano intacto
aunque sin memoria. Estamos en el año 2863, tres siglos después de una
confrontación con una fuerza marciana que dejó la Tierra devastada, y una
ciudad flotante a la que todos aspiran llegar. El doctor le da un cuerpo, un
nombre (el de su hija muerta, Alita), e intenta ocultarle su verdadera
naturaleza: que se trata de una guerrera letal fabricada en Marte durante la
guerra. Ignorando su pasado, Alita conocerá a un chico con el que tendrá un
romance, se enfrentará a otros cyborgs cazarrecompensas, y estará en la mira de
los organizadores de unos juegos tan populares como violentos, y que quieren sacársela
de encima.
Hay dos puntos por los que la película destaca. Uno es el
arte y los efectos especiales. Un trabajo magnífico y con el que Cameron vuelve
a revolucionar el cine. Se entiende que su obsesión casi patológica haya sido
la causa de la postergación del estreno del film. Joe Letteri en los FXs y Bill
Pope en la fotografía consiguieron un resultado excelente. Hay que estar muy
atentos para descubrir el truco detrás de los personajes creados con CGI
(cuando se exagera su expresividad por ejemplo). Sin embargo, la verosimilitud
de la protagonista, creada digitalmente a partir del cuerpo de Rosa Salazar, es
impactante. Y sí: estoy absolutamente de acuerdo con el detalle de los ojos
grandes.
El otro punto fuerte tiene que ver, justamente, con ella. Alita
brilla desde el primer momento. Ingenua y mortal, el personaje transmite todo
esto y más, gracias a que en todo momento nos creemos que es un personaje real,
y gracias a la actuación de Salazar, que supo imponerse por sobre las toneladas
de efectos que ocultan su verdadera apariencia.
No esperen un film con reflexiones filosóficas al estilo
Blade Runner o Ghost in the Shell. Creo que este es uno de los motivos por el
cual muchos se han sentido decepcionados con el guión. Alita: Battle Angel es
esencialmente un film de acción, el de mayor presupuesto en la carrera de su
director Robert Rodríguez, y que aquí cumple con eficacia. Los que vayan con
demasiadas pretensiones saldrán dañados.
El punto más flojo reside en los personajes. Con excepción
de Alita y algunos cyborgs rivales, el resto acompaña muy livianamente. Lo peor
en este aspecto son los villanos humanos, encarnados por Jennifer Connelly y Mahershala
Ali: desaprovechados y con muy pocos matices, apenas unas presencias para
justificar los problemas a los que se enfrenta la protagonista.
Alita tendrá secuela dependiendo del éxito comercial (originalmente se pensó como una trilogía). La
esperamos, ya que la película deja pendiente varias preguntas.
¡ASÍ SÍ!: Alita, un personaje recreado con maestría. Magníficos el
ambiente ciberpunk, la fotografía y los efectos especiales. Aunque el guión sea
simple, ofrece entretenimiento que no aburre en ningún momento.
¡ASÍ NO!: Poco trabajo puesto en los personajes secundarios, sobre
todo en los villanos principales. Algunas líneas argumentales reciben
poca atención y son de dudosa verosimilitud (el romance por ejemplo).