14/11/18

Halloween (2018)


Y un día volvió, y fue un éxito. No, no hablo de este blog, sino de una de las sagas fundacionales del slasher: mejor estreno de una película protagonizada por una mujer mayor de 55 años, mejor estreno de una película de terror protagonizada por una mujer, segundo mejor estreno de una película de terror (IT está en primer lugar), y segundo mejor estreno de una película en el mes de octubre. La gente, cansada de los fantasmas, vuelve a las fuentes, atraída por las historias simples y de tinte nostálgico. La versión 2018 de Halloween abunda en todo eso, para bien y para mal.

 En esta nueva entrega (que bien podría haberse titulado H40), solo se tiene en cuenta la primera película, la de Carpenter, y que deben ver antes de esta. Es por ello que Laurie Strode se levanta de la tumba y regresa luego de una vida signada por el más profundo de los traumas, y que le valió el alejamiento de su propia hija. 

   
  


Dos periodistas, obsesionados con Michael Myers, lo visitan en la institución psiquiátrica donde permanece recluido desde hace cuarenta años. Buscan hacerlo hablar, pero por supuesto él no reacciona. Entonces recurren a Laurie, ¿su hermana?, la única que tal vez pueda sacarlo de ese estado. Ella, que vive en un bunker ultra fortificado, se niega de lleno. Hasta que un día deciden trasladar a Michael a otra institución (sí, sí, ¡¡¡en vísperas de Halloween!!!), y vuelve a escapar. Él regresa a Haddonfield, y esta vez Laurie decide enfrentarlo armada hasta los dientes.
 La primera mitad de la película es un viaje a los ochentas, un compendio de secuencias clichés vistas una y mil veces en este tipo de películas. Recién a partir de la mitad la historia toma un rumbo más interesante, con un nuevo psiquiatra medio loco y tres mujeres enfrentando solas al malvado (corrección acorde a los tiempos que corren).





La película no asusta, basa los sobresaltos en continuos golpes de sonido que pronto dejan de surtir efecto. Sin embargo los asesinatos son más brutales y explícitos que los de hace cuarenta años, y casi todos tienen una motivación clara, algo novedoso en este tipo de historias.




Los puntos a favor de la película tienen que ver con detalles que el fanático de la saga recibirá casi con lagrimitas en los ojos. En primer lugar, el humor. En varias oportunidades la película se toma el pelo a sí misma, y eso ayuda a sobrellevar una fórmula algo gastada. También volvemos a disfrutar de la maravillosa banda sonora de John Carpenter, sublime, reformulada con acierto para esta nueva edición. Y lo mejor: los guiños a anteriores entregas, sobre todo a la primera. El espectador atento descubrirá escenas hábilmente recreadas y que le arrancarán más de una sonrisa cómplice.

En definitiva, la película cumple sin aburrir y será disfrutada sobre todo por los nostálgicos. Y como soy nostálgico y fanático de la franquicia (y supera con creces a esa decepción que fue H20), le subo un puntito.




¡ASÍ SÍ!: Las referencias a entregas anteriores, un acierto. Con toques de humor muy bien incluídos. Y porque amamos a Jamie Lee. 

 

¡ASÍ NO!: no aporta demasiado a la saga, imposible olvidar las secuelas y nuevas versiones. Solo para fanáticos, los demás no la apreciarán.






1 comentario:

Belknap dijo...

Mr. Klaatu, ni bien pueda me la miro, saludos.