28/4/12
Paperblue
Corea está brindando al mundo artistas que no tienen el merecido reconocimiento. En esta oportunidad les traigo el trabajo de un magnífico ilustrador llamado Jaecheol Park, publicado en su sitio Paperblue. Paisajes fantásticos, barcos, aviones, retratos, y sobre todo mucha ciencia ficción. Clic para ampliar.
25/4/12
2x1: Tartarus (2010) / El líder (The Grey, 2012)
Año 1813. Dos soldados que regresan de la guerra napoleónica
se refugian en una cabaña ubicada en medio de los alpes austro-húngaros. El
reposo se ve interrumpido por la aparición de un cadáver destrozado en las
cercanías. Resulta que las montañas han sido tomadas por unos extraterrestres
que secuestran a las mujeres del poblado cercano y eliminan a los indeseados. Buen
clima musical y bella fotografía al servicio de un film que aburre mortalmente.
La idea era atractiva (la ciencia ficción ambientada en el pasado es un
subgénero muy poco explotado), pero la falta de presupuesto y unas actuaciones
por demás de frías tiran la película abajo. Los extraterrestres recién se ven
al final y parcialmente, mediante un CGI casero muy pobre, lo que deja un sabor
amargo en el espectador que al menos esperaba disfrutar de unos monstruos decentes.
¡ASÍ SÍ!: Es bueno que países que no sea EEUU, en este caso Austria, se animen al género.
¡ASÍ NO!: Lamentablemente el bajo presupuesto y la aburrida historia la convierten en una opción olvidable.
Liam Neeson interpreta a un cazador que protege de los lobos
a los trabajadores de una petrolera en Alaska. Durante el viaje de regreso el
avión se estrella en medio de la nada y a partir de ahí deberá evitar que los
lobos se coman a los sobrevivientes. Una
película no apta para los amantes de los animales ya que está planteada no como
un film de supervivencia, sino como uno de terror. Los animales son enormes,
inteligentes, feroces, y con ojitos que brillan en la oscuridad. Hay varios
sobresaltos asegurados, imágenes moderadamente gore, y escenas intimistas sublimes (la
asistencia que Neeson le brinda a un
pasajero agonizante al principio del film es grandiosa). El film peca de
algunos excesos (personajes estereotipados, muertes que se ven venir, diálogos
demasiado extensos) pero se ven compensados por la belleza de los paisajes
nevados, la excelente actuación de Liam Neeson, y el permanente clima de
amenaza y desazón. El final levantó polémica entre los espectadores, por lo que
les recomiendo esperar hasta el final de los títulos para una breve revelación
que puede apaciguar (o nó) los ánimos.
¡ASÍ NO!: Algunos baches en el argumento (y diálogos extensos) conspiran contra el clima opresivo de la película.
23/4/12
Música: Bohemina Rhapsody (2011, W.S.)
Imagínense una plácida noche de verano, bajo la luz de la luna, mirando las estrellas con su pareja, y que de pronto el verdadero rostro del cosmos se manifieste ante sus ojos y les cante este himno de Queen. Eso sería fantástico de por sí, pero... ¿y si ese rostro y voz fueran los de William Shatner? Una experiencia para hacerse pipí encima. Gracias a Cachito R. por el dato (uno que se hace pipí encima por cosas muchos más banales).
20/4/12
Visto en TV: "Bigfoot and Wildboy" (1977), por Ciudadano E.
¡Inauguramos en este humilde acto las colaboraciones en Neurona Muerta! Ciudadano E. es el primer columnista invitado, con una reseña que rememora una de las series más bizarras de la pantalla chica. Serie de la que yo no tenía recuerdos, y que ahora deseo ver para matar neuronas cualquier tarde de domingo. ¡Bienvenido Ciudadano E.!
Allá por 1976 abundaban las series de televisión de gente
que corría en cámara lenta, pero sin dudas "Bigfoot & Wildboy" se
lleva el premio a la más bizarra.
Producida por la lisérgica "Sid and Marty Krofft"
producciones (a la que le dedicaremos una nota en breve) Bigfoot & Wildboy"
salió al aire por primera vez como parte del programa "The Krofft
Supershow" con cortos de 15 minutos que continuaban la semana siguiente al
estilo del Batman de Adam West. Sin embargo la serie llamó tanto la atención de
los infantes de la época que para 1979 se convirtió en una serie individual de
30 minutos de duración por episodio.
Por demás de simple en su planteo, la serie nos cuenta las
aventuras de Bigfoot (Pie Grande en castilla) y su eehhmmm, digamos,
"joven protegido" Wildboy (chico salvaje).
En cada episodio algún malechor aparece y dá problemas, Wildboy
se da cuenta de lo que pasa, y al grito de "bayabaaaaa!!!!" invoca a
su amigo y protector quien no duda en comenzar su carrera en cámara lenta y sus
saltos en contrapicado para acudir al rescate del muchacho.
Lo que falta de imaginación en los guiones...también falta
en los efectos especiales, pero lo que es bizarrez sobra y convierte a la serie
en una joyita de su época, a pesar que de los treinta minutos del capítulo,
durante quince vemos a un hombre peludo corriendo en cámara lenta.
Una de las cosas llamativas de la serie son los villanos,
que son un tema aparte: desde momias hasta vampiros, extraterrestres y el mismísimo
increíble Hulk (con otro nombre claro, para que Stan no se ponga nervioso)
aparecen para complicar la simple vida de los protagonistas. Eran precisamente
estos villanos y pie grande lo que enganchó mi imaginación allá por los
primeros años ochenta, cuando tuve la ocasión de ver por primera vez la serie.
Sobra decir que las similitudes con otras series de la época
no son coincidencias. El hombre nuclear (Six Million Dollar Man) también tenía
un bigfoot, que al igual que éste corría en cámara lenta y daba grande saltos,
y ni hablar del "Hulk rojo" del capítulo "The Birth Of A
Titan", que curiosamente anticipó al de Marvel varias décadas.
Colorida, bizarra, hilarante a veces y hasta por momentos
aburrida, "Bigfoot & Wildboy" es una joyita del cine (o TV)
bizarra que hizo las delicias de este ciudadano al mezclar monstruos de todo
tipo en un solo lugar.
Nada mas que decir...ah, sí: ¡¡¡¡bayabaaaaaaaaaaaa!!!!
Intro de la serie
17/4/12
Lobby Card Sets: The Abominable Dr. Phibes (1971) / The Godfather: Part II (1974)
Dos clásicos en sus respectivos géneros. En primer lugar podrán disfrutar las tarjetas de la mejor película que Vincent Price filmó en los años setentas: El abominable doctor Phibes, un asesino deforme al que mucho le debe la saga Saw (El juego del miedo). Luego, un film que no necesita mayores presentaciones, El Padrino 2, un claro ejemplo de que las segundas partes pueden ser iguales o mejores que las originales.
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