De muy joven se sintió atraído por el mundo del espectáculo: jugaba a maquillarse como Lon Chaney y realizaba diferentes tareas (desde utilero hasta actor) para un productor de Broadway. Fingiendo ser el sobrino de Samuel Goldwyn consiguió trabajo como asistente de dirección de escena en una gira teatral inspirada en la película Drácula protagonizada por Bela Lugosi.
Harry Cohn, magnate de Columbia, le enseñó las artes cinematográficas y le dio la oportunidad de dirigir su primer film: “The Chance of a Lifetime” (1943). Las siguientes cintas fueron mediocres, con guiones malos, totalmente olvidables.
Les diaboliques (1955), de Claude Chabrol, cambió el rumbo de su carrera. Luego de ver dicho film se volcó hacia el género del suspenso y el terror. Con Macabre (1958) inició una carrera que incluyó títulos como House on Haunted Hill (1959), protagonizada por el gran Vincent Price, The Tingler (1959), y 13 Ghosts (1960), que contó con una espantosa remake en el año 2001. Su último film fue Shanks (1974), una de horror donde un marionetista mudo controla cadáveres como si fueran marionetas. ¡El mimo Marcel Marceau era el protagonista!
Castle y Vincent Price le dan instrucciones a unos amigos muertos hace tiempo sobre cómo asustar a los niños malos
Pero todo, todo, absolutamente todo lo mencionado hasta aquí queda opacado por una faceta sólo conocida por los fanáticos de su obra y del cine de terror. Esta habilidad tenía que ver con la forma de promocionar sus películas, inédita hasta el momento e imitada a lo largo de las décadas siguientes por otros directores.
Mañana revelaremos en detalle el secreto de su éxito.
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