El comienzo de la década del 80 ofreció una aterradora invasión de películas del subgénero slasher gracias al éxito de Friday the 13th. Hubo para todo los gustos, desde productos de calidades muy aceptables a otras que rozaban lo inmirable. Los guionistas debían otorgarle características específicas a sus asesinos seriales, recayendo el rasgo que diferenciaba a unos de otros en el instrumento utilizado para matar o en su vestimenta. Así pudimos ver a locos matando con picos de minero o disfrazados de Santa Claus, por dar un par de ejemplos.
En el caso de la película que hoy comparto, el asesino se encarga de darle un uso no tradicional a las tijeras de podar. De lo más rescatable de la época a pesar de sus notables errores de continuidad. La salvan sobre todo los explícitos efectos especiales a cargo del maestro Tom Savini, y un ritmo entretenido. "La Quema" contó con actores que luegon se destacarían en mayor o menor grado, como Holly Hunter (Copycat o Crash), Jason Alexander (de la serie Seinfield), o Fisher Stevens (Cortocircuito o Super Mario Bross).
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