Lo reconozco, amo las películas de terror de las tres últimas décadas del siglo XX. Tal vez porque crecí con ellas. Sin cgi. Puro maquillaje prostético y animatronics y sangre y tripas y diversión. Este documental, presentado por Bruce Campbell, es un paseo sin desperdicio por aquella época llena de incorrección política y entretenimiento puro y duro. Una buena oportunidad para ejercitar la nostalgia, y para que las nuevas generaciones descubran verdaderos clásicos. A no perderse la clase de maquillaje al final del programa.
En dos horas los espero con una película animada perturbadora.
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