Siguiendo la tradición de los falsos documentales (mockumentarys) llega esta película a la que exageradamente le atribuyeron el mote de “la nueva Jurassic Park”. Ya adelanto que se encuentra a años luz del clásico de Spielberg. En 2011, la Sociedad Criptológica de Inglaterra envió una expedición al Congo en busca del Mokèle-mbèmbé (el equivalente africano al monstruo del Lago Ness, la leyenda es verdadera). Nunca más se supo de los investigadores, aunque sí se hallaron las cintas de video que dejaron grabadas. En las mismas se aprecia su incursión por un mundo perdido plagado de dinosaurios, y la lucha de un hijo por conseguir la aprobación de su hosco padre. Varias situaciones conspiran contra la credibilidad de lo que se cuenta. Los amplios conocimientos de electrónica del protagonista adolescente parecen exagerados. También, como suele suceder, los planos y la edición conseguidos con las filmaciones resultan por momentos demasiado perfectos y cinematográficos, salvo cuando hay que disimular el bajo presupuesto y todo se vuelve borroso. Los efectos especiales son de segunda categoría, como los que vemos en los documentales sobre el tema (el director Sid Bennet proviene de ese rubro), y sólo se salvan los dinosaurios terrestres más pequeños. A favor hay que decir que la historia, si no se es muy exigente, mantiene el interés y no aburre. Sólo para fanáticos incondicionales de los dinosaurios.
¡ASÍ SÍ!: Cumple como película de aventuras.
¡ASÍ NO!: Flojos
efectos especiales. Demasiadas cámaras le quitan clima a la idea de falso
documental. Algunas incoherencias argumentales (por ejemplo, que nadie
detectara pterodátilos volando libremente por el Congo a plena luz del día).
De Irlanda proviene esta agradable
sorpresita con monstruos marinos chupasangres. A una pequeña isla arriba Lisa
Nolan (la bella Ruth Bradley) para reeemplazar temporalmente a la autoridad
local y mantener bajo control al guardia Ciarán O'Shea (Richard Coyle), depresivo
y alcohólico y apenas capacitado para mantener el orden en el pueblo costero. Su
llegada coincidirá con la de unas criaturas tentaculares adictas a la sangre
humana, y que riegan la playa de huevos listos para hacer eclosión. Sólo les
falta un poco de agua, provista por la tormenta que azotará la isla en pocas
horas. ¿La solución para enfrentar a los monstruos?: emborrachar a todo el
pueblo, ya que las criaturas son alérgicas al alcohol.
Una película muy influenciada por el cine de
género proveniente de los EEUU, pero que aporta un fresco aire de comedia que lamentablemente
se está perdiendo. Los efectos especiales son excelentes para un film que no
requirió de los servicios de ILM o Weta Digital y los grabbers tienen muy buen
aspecto. Tal vez la aparición de los monstruos se hace esperar demasiado, pero tienen
generosos minutos en pantalla cuando llega el clímax. El argumento desaprovecha
las posibilidades que ofrecía la borrachera masiva, aunque la utiliza muy bien
en la protagonista femenina. Una película que no por menor deja de ser recomendable
para los amantes de los tentáculos y los bichos de mal carácter.
¡ASÍ SÍ!: Muy buenos efectos especiales. El original toque de humor. Convincentes actuaciones de los protagonistas.
¡ASÍ NO!: Algo lenta al principio. Demasiado influenciada por productos USA similares.
¡ASÍ SÍ!: Muy buenos efectos especiales. El original toque de humor. Convincentes actuaciones de los protagonistas.
¡ASÍ NO!: Algo lenta al principio. Demasiado influenciada por productos USA similares.
Mr. Klaatu, el primer film me lo apunto, en cuanto al segundo, el mismo me parecio bastante divertido, un saludo.
ResponderBorrarApuntada queda. Salud, cheers, etc.
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