Y el momento llegó al fin. Luego de varias películas de
dispar calidad preparando el terreno, la reunión de los poderosos héroes de Marvel
se produjo bajo la batuta de Joss Whedom, guionista ante todo, y que cuenta con
el mérito de haber sido el creador de dos series de culto como son Buffy the
vampiro Slayer y Angel. Varias dudas nos torturaban: ¿estaría ésta persona a la
altura de las circunstancias? ¿el hecho de que Marvel ahora pertenece a los
estudios Disney, afectaría el resultado final? Las respuestas, a continuación.
La fuente de energía llamada tesseracto es activada en una de las instalaciones de SHIELD, permitiendo a Loki, el hermano de Thor, arribar a la Tierra y robarlo con el objeto de iniciar un plan de conquista masiva que incluye una invasión extraterrestre. Nick Fury (Samuel Jackson), el responsable de SHIELD, decide convocar a un grupo de personas con poderes y habilidades extraordinarias que, unidas, podrían detener el ataque. Así se reunirán la agente Natasha Romanoff (Scarlet Johansson), el agente Clint Barton / Hawkeye (Jeremy Renner), Tony Stark / Ironman (Robert Downey Jr), el doctor Bruce Banner / Hulk (Mark Ruffalo), Steve Rogers / Capitán América (Chris Evans), y Thor (Chris Hemsworth) en una iniciativa denominada “Los Vengadores”. El principal problema a resolver no serán los planes de Loki, sinó el choque de egos de los protagonistas que no sabrán trabajar en equipo.
Si las Batman de Nolan encaraban de manera realista y oscura el tema de los superhéroes, “Los Vengadores” se inclina por la historia simple, basada en la acción, nutrida del espíritu de los primeros cómics de estos héroes. Lo totalmente opuesto. Y debo decir con agrado que esta decisión funciona a las mil maravillas. Sólo debemos soltar al niño interior, dejar de lado cualquier pretensión filosófica o moral, y maravillarnos con la expresión más pura del cine de aventuras. Los fundamentalistas de las últimas Batman están advertidos.
La estructura de la historia es casi, casi perfecta, dándole
a cada personaje su espacio justo, y sosteniéndose en un humor que por momentos
resulta demasiado obvio, pero que en otros hará expulsar carcajadas imparables.
A una introducción que para algunos resultó demasiado lenta (no es mi caso), le
sigue una artillería de diversión que no se detiene hasta el final.
Una de las expectativas más importantes estaba puesta en el
personaje de Banner / Hulk. Sin Edward Norton en el papel del científico y
habiendo visto las dificultades de las últimas películas para lograr un Hulk no
tan “digital”, la presión era importante. Por suerte Mark Ruffalo compone a un
Banner estupendo, empático, y hasta con sentido del humor. Y el gigante verde
ha mejorado bastante su aspecto, aunque no llega a ser lo perfecto que uno
desearía. El gran detalle lo corona el hecho de que el mismísimo Lou Ferrigno
(busquen en Google si no saben quién es) dobla la voz del Hulk.
Las escenas de acción son de lo mejor que se haya visto en
cine, tanto por la perfección técnica como por la tensión que genera en el
espectador. No falta nada, ni los héroes esquivando rayos mortales, ni
edificios enteros cayéndose a pedazos, ni Hulk rompiéndolo todo. El último acto
tal vez pueda parecerse mucho a los climax de la saga Transformers, pero con la
diferencia de que Whedom sabe dirigirlo muy bien, sin aburrir ni confundir a la
platea.
Merece verse, y sobre todo en cine, con los anteojos
puestos. El 3D está muy bien y saldremos sin la sensación de que nos estafaron
con dos o tres escenas estereoscópicas de relleno.
Un consejo: conviene haber visto las películas anteriores
para entender todo, pero sobre todo Thor (Kenneth Branagh,
2011), ya que su línea argumental está muy emparentada con The Avengers.
¡ASÍ SÍ!: Fantástico espectáculo audiovisual. Los actores, sobre todo Robert Downey Jr, cumplen con lo que se espera de ellos. Dos horas y media que se pasan volando.
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