Milo Manara es reconocido en todo el mundo como uno de los maestros del erotismo moderno. Llegando incluso a dibujar el porno más explícito protagonizado por esbeltas y naturales jovencitas. Lo que él ignoraba seguramente es que una de sus fantasías se volvería realidad, si es que la nota publicada en el portal de Ciudad es verídica.
"El Clic", su obra más difundida, apareció por primera vez en Italia en el año 1983. Publicada por tiras en la revista Playmen, estaba pintada con acuarelas por él mismo, colores que se perdieron en las siguientes reediciones en blanco y negro. Incluso las versiones en color posteriores fueron realizadas por coloristas anónimos.
"Il Giuoco", tal el nombre original de la historieta, narra las desventuras de Claudia, una joven burguesa reprimida que es secuestrada por el doctor Fez, el médico de su marido. Durante los dos días que permanece desaparecida, el pervertido galeno le implanta en el cerebro un pequeño dispositivo creado para combatir la impotencia masculina. Concretamente es un receptor que puede activarse a distancia mediante un control remoto, alterando de esta manera la potencia de los impulsos cerebrales.
Devuelta la mujer a su hogar, Fez activará el receptor a distancia convirtiendo a Claudia en una ninfómana desenfrenada. Cada vez que mueve el dial del control remoto la muchacha se vuelve loca, intentando saciar su repentina voracidad sexual sin importar donde se encuentre: en un shopping, un cine o su propio cuarto.
Todo esto viene a cuento de una noticia aparecida en el portal de Ciudad hace unos días. El doctor Stuart Meloy realizaba una cirugía en 1998, en la cual le había implantado unos electrodos en la espina dorsal a una mujer que sufría dolores crónicos en una pierna.
Los electrodos, cuya función era la de bloquear el dolor, consiguieron lo impensado: un orgasmo instantáneo que logró arrancar un intenso gemido a la paciente.
Pasaron los años y el doctor perfeccionó su invento. Hoy piensa sacar al mercado el orgasmatrón, que consiste en dos electrodos que se implantan entre dos vértebras a la altura del cinturón, y que pueden activarse mediante... un control remoto. Este control regula la intensidad de las descargas eléctricas que, según las pacientes que lo probaron, provocan que los músculos de la vagina y del ano comiencen una danza frenética de contracciones que derivan en un intenso orgasmo. Casi casi como el artefacto ideado por el autor italiano.
Varones, no se preocupen. También se ha probado en hombres con impotencia, consiguiendo erecciones inesperadas.
La nota completa pueden leerla aquí.
La historieta pueden descargarla de mediafire o megaupload.
Cabe decir que cuenta ya con 4 partes y que fue llevada al cine en 1985, dirigida por Jean-Louis Richard y protagonizada por Florence Guerin.
De ser cierta esta noticia, estamos en condiciones de asegurar que Manara no tiene nada que envidiarle al genial novelista francés. Ahora sólo falta que alguien invente la pomada de la invisibilidad y que Miel exista...
1 comentario:
Esbeltas tal vez, pero me parece que naturales, poco. En cuanto a dejarse instalar electrodos entre dos vértebras... ¿usted lo haría?
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