¡No mujer! ¡No te sientes sobre la caja que el parásito puede oler el pescado frito aún a través de la tapa!
Jujo Sayoko, bióloga marina de profesión, fue infectada en un viaje a Brasil. De regreso en Japón, su marido la criogeniza en unas instalaciones abandonadas hasta hallar la forma de extraerle el pequeño demonio. Un año después, tres muchachas y dos jóvenes recaerán accidentalmente en ese lugar y liberarán a la criatura.
Exacto, a partir de aquí ocurre todo lo que se puedan imaginar. Sexo, sangre, sexo, situaciones risueñas, sexo...
Liberado el parásito de su moradora original, infectará a las chicas mientras se reproduce sin parar, transformándolas además en zombies ninfómanas asesinas.
¿Mencioné que la película tiene abundante cantidad de sexo? Y no de cualquier tipo. Para empezar nos regala una interesante dosis de Fan Service (las chicas se pasean en ropa interior apenas entran en las instalaciones secretas sin ningún motivo valedero). Cuando la cosa se pone más caliente, las escenas subidas de tono se reproducen como las pequeñas sanguijuelas, haciendo gala de la inigualable perversidad que caracteriza a los japoneses. No esperen ver la típica escena de cama a la americana: los nipones se regodean en los detalles como sólo ellos saben hacerlo.
No hay sexo explícito (no confundir con la serie porno homónima de Nacho Vidal). Incluso cada tanto se ve una mancha borrosa cubriendo las partes de las muchachas, tal como lo ordena la legislación de aquel país que prohibe la exhibición de genitales tanto en fotos como en películas. No obstante podemos considerarla una porno-soft donde conceptos como la lucha en barro o aceite alcanza dimensiones nunca antes vistas (¿o alguna vez vieron dos chicas peleando en un charco de sangre?)
Por lo demás hay escenas gore que lastimarán a los machistas y harán aplaudir a unas cuantas feministas resentidas, situaciones indefectiblemente graciosas por lo bizarras. Pero no pidan más de este film.
Takao Nakano, su director, se había animado en los noventas con otra obra emblemática del sexo con bicharracos desagradables: la saga de Uratsuki-doji.
Trailer
Para ver con calzoncillos de lata y preocuparse por el auge que está teniendo esta temática tan...delicada. Recordemos sinó la vagina con tentáculos de la princesa Clara en la serie de MTV “La casa de los dibujos”, el profiláctico castrador de “El condón asesino”, o la mandíbula oculta en la entrepierna de la protagonista de Teeth (2007).
¡ASÍ SÍ!: Conceptos tan extremos como éste siempre merecerán nuestro cálido aplauso.
¡ASÍ NO!: Hubiese mejorado con un poco más de sangre y menos sexo.
2 comentarios:
¡Pero no mi amigo!
A una película que se llama así no se le pide menos sexo, ¡se le pide menos borroneado!
Para sangre, ¡vea "La cosa" o algo por el estilo'
En todo caso lo que pedía era más sexo freak, no tanto del convencional (que no es que no lo disfrute, ojo, pero para eso me veo una condicionada). Éste termina quitándole protagonismo a la larva degenerada, y yo apoyo al gremio de las vaginas dentatas, para que de una vez por todas sean reconocidas como las artistas integrales que son.
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